En un bar adonde nunca fuimos
senté nuestro recuerdo
yo jamás entré allí
no bebí su humedad
no escribí su silencio
No creo que lo hayas visto siquiera
sólo me pareció un buen lugar
-marrón y sombrío-
para dejar el no recuerdo
de un no amor.
Cuando paso por allí
Trato de no pensarte.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Las calles de mi ciudad están llenas de no bares, suerte que hay gente como tú a la que le gustan esa clase de sitios y te atreves a contárnoslo.
ResponderEliminarHa sido todo un descubrimiento, también soy un enamorado de la poesía.
Un saludo y te sigo